Consejos prácticos para familias de personas con deterioro cognitivo en centros residenciales .
- Tratar/procurar estar siempre sonrientes, cálidos, tranquilos, más expresivos de lo habitual.Ellos perciben mejor la expresión no verbal (gestos, postura corporal, tono de voz, expresión de la cara) que lo que decimos con palabras.
- Ser conscientes de que pueden no conocernos (como un problema más del déficit cognitivo).
- No dar importancia a este hecho y evitar las expresiones "¿me conoces?", o "¿y no te acuerdas de mi?".
- Nos presentamos con el nombre y cualquier dato que pueda resultarle familiar.
- Avisar a las nuevas visitas de estas dificultades y sugerirles cómo pueden y deben comportarse.
- Orientarles en el tiempo y en el espacio en todas las conversaciones informales.
- Le hablamos por su nombre. "Hola José ...".
- Le recordamos la fecha, lugar y hora del día. "Como ya son las 13:30 es la hora de comer "
- Darle opción de elegir pero no entre demasiadas alternativas, preferiblemente dos. "¿Quieres pasear o nos sentamos?" "¿Corro las cortinas?"
- No juzgar.
- No dar consejos continuamente.
- Es preferible describir las situaciones que decir si están bien o mal.
- Hablarle claro, alto pero sin chillar, con frases cortas y simples.
- No utilizar argot ni humor de doble sentido.
- No hablarles como niños, recordar siempre que son personas adultas aunque tengan dificultades.
- Mantener siempre contacto visual, mirarle a los ojos.
- Si acepta contacto físico, podemos cogerles la mano o tocarles suavemente para captar mejor su atención.
- La conversación ha de tener un tema central al que volver aunque el o ella divague. Hacerlo sin brusquedad.
- Ayudarle a expresarse, a recordar, sin obligarle ni forzarle a memorizar.
- Darle tiempo para responder cuando hacemos una pregunta sencilla.
Preguntas sencillas de respuesta "si/no". Nunca preguntas negativas (preguntar "¿no tienes frío?" es más difícil de responder que "¿tienes frío?". - Si le vemos desganada, desanimada, es mejor " estimularle e incordiarle" un poco: hablarle, intentar animarla con humor y cariño.
- No pretender razonar o discutir cuando se comporta de manera incoherente, comprender su conducta y mostrarnos pacientes. Prestar atención a la comunicación no verbal.
- Mostrar interés ante cualquier demanda verbal o no verbal.
- Evitar recordarle situaciones o noticias tristes o luctuosas (fallecimientos, accidentes, etc…).
- Nunca hablar entre nosotros como si no estuviera delante. Hacerles siempre partícipes de la conversación.
- Informarles anticipadamente de todo lo que se va a hacer para reducir su ansiedad.
- Intentar que realice todas las cosas que pueda, y no exigirle que realice aquello que no puede.
- Expresar interés por lo que hace.
- Trasmitir sensación de tranquilidad, bienestar y humor en la relación.
Recuerde En la conversación...
- Capte su atención
- Oriéntarlo brevemente sobre quién es, dónde están y en qué momento.
- Prestar atención a la comunicación no verbal. Mírele, asienta con la cabeza, tóquele…
- Hábla de lo que están haciendo; vamos a la calle, estamos hablando con…
- Infórmale de lo que se va a hacer inmediatamente después.
- Fomente el humor.
- Es preferible decirle lo que debe hacer y o lo que no debe hacer.
- Cuando tenga dificultad en encontrar palabras, pídale que señale con el dedo o nómbreselas en su lugar.
- No le corrija sistemáticamente pero compruebe que le ha entendido bien. Repita las últimas palabras que ha dicho.
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