Os dejo reflexión de una compañera trabajadora social en una Residencia para mayores de la provincia de Salamanca.
"En casi cuatro años como trabajadora social en una residencia de
mayores lo que más me preocupa y a lo que más tiempo dedico es al tema
residente-familia.
Desgraciadamente existen muchos casos en los que familias
“aparcan” a sus mayores en un centro
residencial pensando que no necesitan más atenciones que la que recibe del
propio centro. Idea totalmente ERRONEA. Es en estos casos cuando el residente
necesita más que nunca el apoyo de su familia. ¿Y que decir cuando les llamas
para que acompañen al mayor al centro hospitalario? Sin palabras. Todos te
exigen que no le falte de nada y qué
reciba las atenciones apropiadas pero, por Dios!!, a ellos no les molestes.
Lamentable pero es así.
Tenemos que ser todos conscientes que cuando ingresamos a un mayor
en un centro no significa que sean los demás los que a partir de ahora se encarguen
de él. Es ahora cuando necesita más que nunca el cariño y la atención de su propia
familia. Todas esas personas que piensan así, algún día llegarán a mayores entonces entenderán lo importante que eran
aquellas atenciones afectivas de las que privaron a sus mayores pero desgraciadamente
ya será demasiado tarde. A veces un abrazo y un beso es la mejor medicina."
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